Un nuevo estudio, desarrollado en el marco del proyecto CRISSCROSS, reflexiona sobre la violencia de género y el acoso en entornos de ocio nocturno. El informe, basado en un análisis cualitativo con perspectiva de género, identifica estereotipos y experiencias de violencia, tanto transversales como específicas, que sufren las personas jóvenes en estos espacios.
Metodología integral
La investigación se llevó a cabo utilizando una metodología integral, que combinó grupos focales, entrevistas y análisis documental. Esto permitió combinar las prioridades de intervención de jóvenes y profesionales, con las buenas prácticas existentes y la evidencia científica. De este modo, se obtuvieron resultados relevantes para el diseño de modelos de intervención y formación más eficientes para la prevención de las violencias en los espacios de ocio.
Enfoques participativos
El estudio destaca la importancia de utilizar enfoques participativos y modelos multicomponentes para adaptar las intervenciones a las características de los grupos objetivo y los contextos específicos. Esta perspectiva busca promover la capacidad de respuesta a la diversidad e incluir a todas las partes relevantes en un proceso colaborativo de aprendizaje y referencia.
Recomendaciones para la acción
El informe expone las 10 mejores prácticas y recomendaciones identificadas a partir del análisis documental. Las mismas categorías de prácticas fueron identificadas en los grupos focales y las entrevistas. Entre ellas, se destacan iniciativas que promuevan la intervención activa del entorno, la formación de personal de ocio nocturno, o la implementación de protocolos de ámbito local o de espacios de ocio.
Los resultados de este estudio contribuirán al diseño de la formación y de los programas piloto que se implementarán en el marco del proyecto CRISSCROSS.