Por el mundo que queremos
La esencia de la organización que compartimos ha estado más viva que nunca. La excepcionalidad del momento ha hecho aflorar la vocación que llevamos dentro en su máxima expresión. Profesionales, personas voluntarias y todas las que formamos parte de la base social de la entidad hemos latido juntas con el mismo ritmo y dirección
Estimadas y estimados,
Estamos a punto de cerrar un año muy duro. Un año sin precedentes que ha estado marcado por la crisis sanitaria, social y económica provocada por la pandemia de la Covid-19. Ante este escenario excepcional, desde el primer momento hemos trabajado para construir un frente social y evitar así consecuencias aún más devastadoras para las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Con la Covid-19, nos hemos visto interpeladas por la emergencia que viven las familias y las personas que atendemos en la entidad. El compromiso con todas ellas nos hizo adaptarnos muy rápidamente a la atención telemática, para no dejar a nadie sin cobertura.
Hemos creado nuevos servicios como los albergues, uno para personas en consumo activo de drogas que aún funciona, y el otro, temporal, para acoger familias que se quedaron sin techo. Hemos organizado equipos de refuerzo en los servicios de atención a domicilio y en las residencias, hemos abierto cuatro pisos para familias monomarentales y hemos colaborado con otras entidades. Incluso hemos puesto en marcha la campaña de donaciones #Yositeveo, para dar apoyo económico a las familias que no pueden hacer frente a los gastos de alquiler, de suministros energéticos, de alimentación y de higiene, y no siempre pueden acogerse a las ayudas públicas.
Todo esto ha sido posible gracias a vuestro esfuerzo, trabajo y dedicación. La esencia de la organización que compartimos ha estado más viva que nunca. La excepcionalidad del momento ha hecho aflorar la vocación que llevamos dentro en su máxima expresión. Profesionales, personas voluntarias y todas las que formamos parte de la base social de la entidad hemos latido juntas con el mismo ritmo y dirección.
Juntas hemos trabajado para garantizar los derechos sociales de las personas que acompañamos y lo hemos intentado hacer rehuyendo de respuestas asistencialistas; que han sido necesarias en un primer momento de emergencia, pero que no deberían constituirse como una solución. Hemos dado respuesta a la urgencia sin olvidar el activismo, el empoderamiento de las personas y la ayuda mutua.
La pandemia sólo ha acentuado unas desigualdades sistémicas. Llueve sobre mojado. Las incertidumbres globales de 2020 y de los próximos años que vienen requieren de respuestas cercanas, acogedoras, compartidas y solidarias que garanticen derechos, que disminuyan desigualdades y que nos conduzcan al mundo que queremos.
Los mejores deseos para el año 2021. Felices fiestas.
Felisa y Àngels
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